El rojinegro fue por una victoria en el Bottino pero se encontró no slo con la cuota de suerte extra que históricamente ha tenido Huracán de Tres Arroyos en las finales sino ademas con el árbitraje de Javier Ulibarre, sumamente cuestionado por dirigentes, hinchadas, jugadores y cuerpo técnico de Independencia.En un primer tiempo brillante, con rotación y buen trato futbolístico, el equipo del "Cabo" Auzmendi logró hacerse de una diferencia en el marcador con el tanto de apertura a cargo de Emanuel Landa. En la cancha la diferencia fue mayor que ese mentiroso resultado, pero como los goles solo son marcados cuando se llega a la red y no por los casi, Independencia se fue tranquilo aunque nunca debería haberse confiado ante un equipo como el tresaroyense que -los chavenses los sabemos por larga experiencia- siempre espera agazapado para dar la estocada en el minuto final. Asi fue que el once de Auzmendi se replegó en el segundo tiempo tratando de "aguantar" el resultado. Y le fue bien al cabo de los 2dos. 45, solo que en el descuento y cuando desde la hinchada rojinegra situada sobre la tribuna de Constituyentes comenzaban a bajar los cánticos de Independencia campeón, llegó el baldazo de agua fria con la concreción del empate huracanófilo.
Asi entró el partido en tiempo de alargue y al compas de un "Globo" envalentonado, los locales aumentaron la diferencia con Llanos. Parecía que las cartas estaban hechadas ya que el rojinegro no encontraba manera de llegar con contundencia y para colmo había perdido a manos de la roja de Ulibarre a Caprile en el fondo y las indicaciones del DT Auzmendi desde el banco. Pero apareció el instinto de hazaña de los históricos y Tavernini luciendo su buen fútbol habilitó la posibilidad de que Marcelo Auzmendi desde el palo opuesto conectara la pelota a la red. Griterio, gentileza de devoluciones con la hinchada vecina y los jugadores trepados a la red para un festejo que parecía eterno (ver imágenes de galería de fotos).
Pero en una tarde gélida, todavía faltaba otro baldazo de agua fría como pra bajar la temperatura de la hinchada chavense por el piso. Apareció Llanos y de un "zapallazo" que parecía directo a las manos del arquero, Di Rocco fortuitamente la desvia y le habilita la posibilidad a Huracán de reencontrarse con otra copa. Luego del pitazo final apareció la indignación con el árbitraje, que segun dijeron, por distintas circunstancias, no estuvo a la altura de una final.
Habrá que cargar nuevamente las pilas entre los equipos de Chaves y volver a prepararnos mejor para que algunas de las 2 próximas copas en juego queden en manos de jugadores de nuestra ciudad. Seguramente la próxima si será.
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